martes, 30 de julio de 2013

El paneton de mi papa'

Honestamente, quería hacer un retorno a mi vida bloguera, de la manera más súbita, espontánea  y coyuntural posible. Debo admitir que las responsabilidades académicas, también tuvieron mucho que ver al escribir este artículo. Sin embargo,qué mejor que tocar un tema sobre algo  tan sabroso, deleitable e  incitante a la gula, como es el tradicional paneton.
Como no acordarme, del primer paneton que comí, fue a los 5 años, me acuerdo que fue un Biscotti en bolsa, (que yace en los cementerios de los panetones actualmente).  De esos que le regalaban a mi padre en esas “canastas navideñas” en su trabajo,  que  particularmente creo yo deberían llamarse bolsas, porque de canastas no tienen absolutamente nada.
Como no acordarme, de aquellas primitivas propagandas de los 80s, como aquel bigotón que decía “Il veéero panettoóone italiaáano” , el inolvidable “Cuanta pasa, cuanta fruta” o el del paneton Rovegno, de Don Angelo, que dicho sea de paso, aprovecho la popularidad de su paneton, para incursionar en la política (cualquier parecido con la actualidad es mera coincidencia).

                                          
                                               

Como no acordarme, cuando antes  solo existían panetones contados con los dedos. Ahora existen hasta por gusto, en  todos los tamaños, colores y sabores. Cuando era un lujo tener un paneton en caja. Cuando por tradición las personas utilizaban la caja vacía para ponerle al muñeco que se quemaba en año nuevo.
Sin embargo, veo hoy en día con cierta estupefacción y desconcierto, que algunas personas anti tradición,  no valoran los momentos felices y unión familiar, de las tradiciones navideñas. ¡Qué ironía¡¡¡. No voy a poner a juzgar si el origen del paneton es italiano, o el pavo es costumbre “gringa”. El paneton y toda la cultura tradicional que conlleva, son parte de mi vida, de mis recuerdos, de aquellos años maravillosos de mi chiquititud. Con razón dicen que todo tiempo pasado fue mejor.
 El resto es historia conocida.

Mauricio. H.

sábado, 27 de julio de 2013

La filosofía del paneton peruano

El parásito del perro aun no habita en el paneton. EL parásito del perro puede vivir en el perro.
El parásito del perro no puede vivir en el paneton. Este curioso dato obtenido a través de trabajosas investigaciones científicas nos refleja la realidad peruana y sus costumbres: Algunas personas no comen paneton. Algunas personas sí comen paneton. Algunas personas no comen paneton y por eso el paneton no es comido por aquellas personas. Esto hace que la demanda de panetones disminuya como disminuyen los glaciares en el planeta a causa del calentamiento global. El calentamiento global no es un fenómeno que afecto a los globos de fiesta ni a los globos que se usan en carnavales para mojar a la gente. La gente es mojada por el agua. El agua moja a la gente. ¿quién moja a quién? curioso juego de preguntas sin posible respuesta  Las respuestas fueron creadas por los panetones. Los panetones crearon las respuestas.
¿qué es una respuesta? nos pregunta el científico que estudió a los panetones. La verdad es que esas preguntas no se pueden hacer. Es tabú. Los tabús son parte de los efectos del éxtasis. El éxtasis fue inventado por Lourdes Flores. Lourdes Flores inventó el éxtasis. Los panetones se comieron al científico por hacer tal pregunta. ¿no nos refleja acaso esto parte de la cultura limeña? Pues claro, todo esto nos lleva a una sola palabra: PANETON. ¿qué es un panetón? Un paneton es un pan al que se le a agregado un "eton". ¿qué es "eton"? se preguntará usted. ETON es la palabra NETO en desorden. Esto es así porque los panes que son muy netos se convierten en panetones. ¿no es esto acaso igual en la cultura limeña? Si uno observa bien la superficie del departamento de Lima notará que esta tiene forma de panetón.

                                                        
                                                 

Para estudiar las formas geométricas del departamento de Lima hemos llamado al matemático y alcohólico Fabio Rodriguez, quien tras un largo estudio de dedicación en su estudio y en el bar rojo de Máncora, ha comprobado la teoría de la forma del departamento, afirmando así, su congruencia con la de un panetón. Las congruencias son cosas del futuro. El futuro no ha sido inventado por nadie porque todavía no ocurre en realidad. La realidad es un tema muy delicado ya que es algo un poco blando. Algo un poco blando es algo delicado como nos muestra la realidad. (Vania no come panetón) En la realidad muchos pinguinos mueren violados. Las violaciones ocurren en el departamento de Lima debido a su forma de paneton. Los panetones no llegan a Islandia (país donde violar es una tradición). En Islandia nació Noah, un auténtico violador de pinguinos. Al igual que Vania, los pinguinos no comen paneton. El paneton un alimento demasiado culto como para poder albergar al parásito del perro. El pobre parásito del perro seguirá intentando, lo jura. Sí, lo jura. El parásito del perro es chevere.


Un paneton sin pasas es un panetón triste. Hay gente que le saca las pasas al paneton para poder comérselo, pero eso es otra historia.

martes, 23 de julio de 2013

Y llego el paneton a Perú..

Durante los primeros años del siglo 20, empieza a industrializarse el tradicional panetón milanés en Italia.  Angelo Motta es el primero que empieza a vender panetones en grandes volúmenes, y quien incorpora el proceso de fermentación de 20 horas para que la masa crezca hasta tres veces y darle le textura familiar del panetón.
Años mas tarde, otro industrial panadero Gioacchino Alemagna empezó a producir los panetones Allemagna, y desde ese entonces empezó la dura competencia entre ellos para ser el líder del mercado.  Fue intensa la competencia, que ya para despues de la Segunda Guerra Mundial, los panetones se volvieron muy baratos y se hizo popular durante las fiestas navideñas.
Conforme pasan los años, los italianos empiezan a emigrar a otros lares y con ellos les acompañó el panetón.   Es por eso que el panetón es muy popular en Argentina, Brasil, Chile, Bolivia y el Perú.  Pero el marketing del panetón en el Perú es mucho mas agresivo que en los otros países.
En el Perú, el panetón llega a industrializarse a través de la familia D’onofrio.  En 1911, D’onofrio se establece en el Perú y le compran la patente a la empresa Allemagna de Milán, para que puedan producir panetones D’onofrio, con la misma receta del panetón Allemagna, el panetón líder del mercado italiano.
Hoy en día,  existen decenas de marcas en el país, muchas de ellas artesanales y preparadas en provincias. Esto también ha permitido que la diversidad de ingredientes, sabores y presentaciones sea más grande.




La increíble historia del origen del paneton.

Hay muchas leyendas sobre el origen del Panetón. Según cuenta la primera de éstas, la historia de este postre nació hace más de cinco siglos, alrededor de 1490, cuando un joven aristócrata, Ughetto Atellani de Futi, se enamoró de la hija de un pastelero de Milán. Para demostrarle su amor se hizo pasar por aprendiz de pastelero e inventó un pan azucarado con forma de cúpula a base de frutas confitadas y aroma de limón y naranja. Los milaneses empezaron a acudir en masa a la pastelería a pedir el pan de Toni, así se llamaba el ayudante, y de ahí viene el nombre de panettone.
Según otra leyenda, probablemente más conocida, el Panetón nació en la corte de Ludovico Il Moro, señor de Milán desde 1494 a 1500, en la noche buena. Nárrase que el Duque celebró la Navidad con una gran cena, llena de deliciosos platos dignos de la riqueza de la corte milanesa. El postre iba a ser la natural conclusión de tan lujoso banquete, sin embargo, al momento de sacarlo del horno, el cocinero se dio cuenta que se había quemado. Hubo un momento de terror en la cocina de Ludovico, afortunadamente un lavaplatos llamado Toni había pensado utilizar las sobras de los ingredientes para amasar un pan dulce y llevárselo a su casa. Dada la situación, el joven Toni propuso al cocinero servir su pan como postre. Era un pan dulce muy bien levitado, lleno de fruta confitada y mantequilla que fue llevado inmediatamente al Duque. El inconsueto postre tuvo un enorme éxito y Ludovico preguntó al cocinero quién lo había preparado y cuál fuera su nombre. El cocinero presentó al Duque el joven Toni quien confesó que ese postre todavía no tenía nombre. El señor entonces decidió llamarlo "Pan de Toni" nombre que en los siglos se ha convertido en "Panettone".

Ludovico Sforza, llamado il Moro
 Ludovico Il Moro
El primer registro del panetón como dulce navideño tradicional milanés es un artículo del escritor iluminista Pietro Verri en el siglo XVIII, que lo llama pane di tono (pan grande).
Su industrialización hizo que su consumo se hiciera tradicional en Italia, luego a nivel mundial, durante la Navidad. En los años 1950 dos empresarios milaneses Angelo Motta y Gino Alemagna, lanzaron en toda Italia y en todo el mundo el panettone, dulce típico navideño, que no falta en ninguna mesa de Italia y en particular del Perú, en cada noche buena.